Pinza sin usar

Al borde del final, hay siempre muchas cosas que comienzan.

José Tolentino

Este puede que sea el objeto más difícil de la caja. Pero la pinza del cordón es algo tan simbólico para todos los padres que no nos podíamos quedar sin ella.

Hay una consecuencia de la gestación que se produce en todos los mamíferos, llamada microquimerismo fetal. Consiste en que una serie de células del bebé se transfieren al cuerpo de la madre a través de la placenta. Los científicos creen que sucede para que actúen como células madre que se distribuyen por el cuerpo, favoreciendo la recuperación del desgaste tras el parto y lactancia, y así, en consecuencia, aumentar la supervivencia del feto. Pueden quedarse allí alojadas durante décadas.

Me gusta pensarlo de la siguiente manera: si la pinza no se usó, nunca nos separó. Misma lectura hizo mi hermana Eva cuando recibió, emocionada, su caja de 698 gr. de amor.